Prueba en transparencia

Proceso químico natural en el que los microorganismos convierten la materia orgánica en agua, dióxido de carbono y biomasa o abono. Para que un producto procesado o artificial se considere biodegradable, debe descomponerse completamente en un entorno específico en un período de tiempo razonable. En el caso de los plásticos, esto debe verificarse mediante pruebas de laboratorio controladas.

Familia de materiales con propiedades de plásticos que son de origen biológico, biodegradables o ambos. Para que se los pueda llamar bioplásticos, el polímero debe estar hecho de al menos un 20 % de materiales renovables.

También conocido como espumación supercrítica o espumación física, este proceso combina CO2 o nitrógeno con polímeros para crear una espuma, eliminando los productos químicos tóxicos o peligrosos que se suelen utilizar en el proceso de formación de espuma. Esto minimiza los riesgos ambientales durante la producción y da como resultado un producto final no tóxico.

Todos los plásticos son polímeros, y los polímeros tienen estructuras químicas lineales o reticuladas. La estructura indica cómo se unen los monómeros individuales en una cadena para crear el polímero y determina si se puede descomponer o no (es decir, despolimerizar). Solo los polímeros lineales se pueden reciclar. Además, solo algunos polímeros lineales pueden convertirse en abono o biodegradarse por completo.

Una economía que “construye y reconstruye la salud general del sistema”. Las economías circulares y las soluciones circulares se definen mediante tres principios: (1) eliminar los residuos y la contaminación del proceso, no solo mitigarlos; (2) mantener los productos y materiales en uso; y (3) regenerar los sistemas naturales.

Proceso en el que un polímero se convierte en sus monómeros componentes. Para fines prácticos y en aplicaciones de la vida real (es decir, fuera del laboratorio), solo se pueden despolimerizar polímeros con una estructura química lineal.

Un producto o material para el cual existe un camino claro hacia su eliminación al final de su vida útil que no solo mitiga los impactos ambientales negativos, sino que también regenera los sistemas naturales. Esto es fundamental para el concepto de economía circular.

Una forma de compostaje en una instalación industrial que implica el control preciso del aire/oxígeno, el agua, los microorganismos y, ocasionalmente, la presión. Algunas instalaciones también pueden introducir materiales ricos en carbono y nitrógeno para facilitar la biodegradación de ciertos materiales.

Capacidad de una solución de ser desechada intencionalmente (mediante compostaje, compostaje industrial, reciclaje, etc.) sin generar una eliminación no intencional en ambientes marinos. Los plásticos EVA, y por lo tanto los microplásticos, nunca se biodegradarán en ambientes marinos (o terrestres).

Los microplásticos son los restos plásticos extremadamente pequeños que se encuentran en el medio ambiente como resultado de la eliminación y descomposición de productos de consumo y desechos industriales. Casi todos los productos plásticos son responsables de agregar microplásticos a nuestro medio ambiente.

Sustancias químicas no persistentes que permanecen en el medio ambiente solo por períodos cortos de tiempo. Pueden ser inofensivas o tóxicas. A diferencia de las sustancias químicas persistentes, que demuestran ser una amenaza a largo plazo, una vez que una sustancia química no persistente (incluso si es tóxica) se degenera, la amenaza desaparece.

Las propiedades de los materiales que son moldeables cuando están blandos y mantienen su forma cuando se endurecen. El término “plásticos” también representa a todo el grupo de materiales con esas cualidades. Los plásticos convencionales derivados del petróleo incluyen PET, PS, PVC, PP, PE y EVA. Un plástico convencional de origen vegetal (como el PE de origen vegetal o Bio-EVA) tiene la misma estructura química que un PE o EVA de origen petrolífero y no se puede reciclar ni convertir en abono.